Vistas de página en total

Vistas de página en el último mes

Vistas de página la semana pasada

domingo, 29 de noviembre de 2015

"He conocido a bastantes cleptómanos en mi vida"

He conocido a bastantes cleptómanos en mi vida. El primero fue un coleccionista de cortaúñas en el seminario menor, quien fue pillado por el superior mirando su “colección” de apropiaciones indebidas sustraídas a sus compañeros. El cleptómano disfruta “contemplando” su obra que es de otros.

Más tarde, siendo sacerdote, he tratado en el diálogo pastoral a varios cleptómanos; uno tenía la manía de coleccionar capuchones de bolígrafos, cuando se acabaron y llegaron los de muelle se pasó a estos objetos para “deleitarse” en su contemplación; otro coleccionaba “chuletas” escritas en letra de mosquito que usaba para aprobar su carrera de maestro; y el más raro fue el coleccionista de cajas de cerillas, que pedía a los amigos para encenderse su cigarrillo, las cuales no devolvía. Éste terminó mal, pues su colección la tenía en una alhacena de su casa, donde un día se prendió fuego en la cocina y las cajas de cerillas hicieron de expansión de las llamas por todo el edificio que perdió para siempre al carecer de seguro en su domicilio. Hoy está en un psiquiátrico.

En los tratados de la ciencia médica sobre el funcionamiento mental de estos individuos cleptómanos se les clasifica como personas carentes de razones propias para vivir y sobresalir en la vida de las relaciones sociales, o grupales. Ellos buscan un boquete por donde destacarse sobre los demás usando el robo coleccionista de objetos.

El cleptómano de Sagradas Formas Consagradas tiene una dosis, un plus, de malicia, porque sabe que ofende la fe de todos los católicos, intentando que su “obra” sea admirada por los medios de comunicación, más que por los pocos visitantes de tan horrenda exposición patrocinada por el concejo municipal de Pamplona. Por lo tanto, además de ser un enfermo mental, es un profanador frío y calculador, amparado en un ambiente en el que este tipo de acciones contra la Religión Católica salen gratis políticamente hablando, y judicialmente hablando ninguna autoridad eclesial le pondrá una querella, por el buenismo reinante y triunfante en estos tiempos eclesiales.

El cleptómano es un tipo que se refocila ante su “gran obra artística”. La propia palabra que ha compuesto con las Sagradas Formas Consagradas tienen un significado que estudiado por un psiquiatra sacaría conclusiones científicas muy importantes para terminar de clasificar al personaje en un cuadro clínico muy interesante para la ciencia.

Rechazo esa mal llamada exposición, e invito al responsable que acuda a un servicio sanitario mental, pues lo necesita más que comer caliente.

Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo

Fuente: www.infovaticana.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario