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domingo, 30 de agosto de 2015

"La distimia en el contexto clínico"

Autores: Miriam E. Jiménez‑Maldonado, Geisa B. Gallardo‑Moreno, Teresita Villaseñor‑Cabrera y Andrés A. González‑Garrido

RESUMEN

La distimia se define como un trastorno afectivo crónico que persiste por lo menos dos años en adultos y un año en adolescentes y niños. Según el DSM IV‑TR, se clasifica en dos subtipos: la distimia de inicio temprano, antes de los 21 años, y la de inicio tardío después de los 21 años. Generalmente antes de los 21 años se puede observar trastornos de conducta, déficit de atención e hiperactividad y algunos síntomas vegetativos. Es importante distinguir tempranamente la distimia de otros tipos de depresión, a fin de brindar un tratamiento oportuno que atenúe el impacto continuo de síntomas caracterizados por pobre conciencia del estado de ánimo, pensamiento negativo, baja autoestima y anergia, lo que deteriora progresivamente la calidad de vida. La etiología es compleja y multifactorial, dados los variados mecanismos biológicos, psicológicos y sociales involucrados. Varias hipótesis tratan de explicar la etiología de la distimia; destacan la hipótesis genética que incluye además factores ambientales y la hipótesis aminérgica, que apunta a una deficiencia de serotonina, noradrenalina y dopamina en el sistema nervioso central. Desde nuestro punto de vista, no se puede concebir la distimia como un simple trastorno depresivo leve; es una entidad diferente caracterizada por un trastorno depresivo crónico que puede persistir toda la vida, con importantes repercusiones en la calidad de vida, tanto del sujeto que la padece como de sus familiares.

Fuente: Revista Colombiana de Psiquiatría, Año 2013;42(2):212-218

Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo

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