"Síndrome de Fatiga o Burnout"

En tu trabajo es completamente normal tener un día donde te sientas cansado, sin energía y hasta con pocos deseos de realizar las tareas encomendadas que casi siempre te apasionan y encantan. Los seres humanos somos seres emocionales y vamos a tener días muy buenos y algunos no tan buenos, y reitero, es perfectamente normal. Lo que no es normal es sentirse cansado y agobiado de manera frecuente en tu trabajo porque es el lugar donde pasas cinco o seis días a la semana hasta nueve o diez horas por día.

¿Te imaginas vivir así? 
De acuerdo con algunos estudios en México, hasta el 67% de las personas así se sienten en sus trabajos y en su vida. Si en este momento te has dado cuenta que así es como te sientes de manera frecuente, entonces posiblemente eres víctima del síndrome de fatiga conocido como “Burnout” por su nombre en inglés.

El burnout sucede cuando una persona trabaja de manera intensa y prolongada por periodos extendidos. Si tu jornada laboral por día excede generalmente las 10 horas y tu jornada semanal excede de 50 horas, eres un candidato natural para sufrir de burnout. Si tienes cierres de mes o cierre de proyectos de manera regular que requieren salir muy tarde o llegar muy temprano entonces también estás en riesgo. 

¿Cómo puedes identificar si alguien que conoces o tú mismo sufren de burnout?
Hay tres elementos clave.

El primero y más importante es tu administración del tiempo y manejo del estrés. Si comúnmente llegas tarde al trabajo por andar a las “carreras” y a su vez sales tarde para poder cumplir todos tus objetivos, entonces estás entrando en un comportamiento típico que lleva al burnout. Frases como “No me da la vida”, “todo mi trabajo es crítico/importante” o “hago hasta donde puedo” son ejemplos lingüísticos de una sobrecarga laboral o un mal manejo del tiempo y ambos te pueden llevar a tener el síndrome.

El segundo es la sensación de cansancio permanente que te sigue todo el día. Al inicio puede ser solo eso, una sensación que solo tú identificas y sientes, sin embargo con el tiempo es algo que se vuelve visible a los demás ya sea por tu apariencia física o baja agilidad mental, como pueden ser olvidar cosas o la verbalización misma del cansancio constante a todos tus colegas.

El último es en la cuestión actitudinal ya que las personas con burnout sufren de bajos niveles de tolerancia a otras personas. Al inicio puede ser algo tan inocuo como proyectar siempre tener la razón en cualquier discusión o tema, pero conforme progresa el burnout puede volverse una baja tolerancia a cualquier observación. El desborde de emociones, desde enojo disimulado o franco, hasta la tristeza o llanto visible en el trabajo, son la evidencia final de que el cansancio físico y mental ya está mermando el control emocional y la eficacia laboral.

La buena noticia es que el burnout se puede combatir, y si bien no es fácil, sí se puede lograr vencer relativamente rápido con 3 simples pasos. El primero es organizar tu día para ser efectivo en tus tareas al eliminar tiempos muertos, discusiones largas e innecesarias y aprendiendo a delegar tareas. El segundo es cuidándote más a ti mismo por medio de mejores hábitos alimenticios y haciendo ejercicio 4 veces a la semana por 30 minutos, lo que puede ser tan sencillo como salir a caminar. Finalmente, el comprender y aceptar que el trabajo dignifica al ser humano por el valor que le da a la sociedad y no por nuestra búsqueda de poder, dinero o estatus, es el paso filosófico final para liberarte de formas antiguas de pensar que el trabajo lo es todo, cuando el único todo es la vida. Vive, goza y sé feliz, por ti y por los demás.

Nota: Esperamos que nos continúen visitando en los demás blogs, en www.medicinainternayalgomas.blogspot.com para conocer más sobre las repercusiones del tema y www.culturayalgomas22.blogspot.com para determinar su origen.

Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo

Fuente: www.diariodesanluis.com