Autores: Miriam E. Jiménez‑Maldonado, Geisa B. Gallardo‑Moreno, Teresita Villaseñor‑Cabrera y Andrés A. González‑Garrido
RESUMEN
La distimia se define como un trastorno afectivo crónico que persiste por lo menos dos
años en adultos y un año en adolescentes y niños. Según el DSM IV‑TR, se clasifica en dos
subtipos: la distimia de inicio temprano, antes de los 21 años, y la de inicio tardío después de
los 21 años. Generalmente antes de los 21 años se puede observar trastornos de conducta,
déficit de atención e hiperactividad y algunos síntomas vegetativos. Es importante distinguir
tempranamente la distimia de otros tipos de depresión, a fin de brindar un tratamiento
oportuno que atenúe el impacto continuo de síntomas caracterizados por pobre conciencia
del estado de ánimo, pensamiento negativo, baja autoestima y anergia, lo que deteriora
progresivamente la calidad de vida. La etiología es compleja y multifactorial, dados los
variados mecanismos biológicos, psicológicos y sociales involucrados. Varias hipótesis
tratan de explicar la etiología de la distimia; destacan la hipótesis genética que incluye
además factores ambientales y la hipótesis aminérgica, que apunta a una deficiencia de
serotonina, noradrenalina y dopamina en el sistema nervioso central. Desde nuestro punto
de vista, no se puede concebir la distimia como un simple trastorno depresivo leve; es una
entidad diferente caracterizada por un trastorno depresivo crónico que puede persistir toda
la vida, con importantes repercusiones en la calidad de vida, tanto del sujeto que la padece
como de sus familiares.
Fuente: Revista Colombiana de Psiquiatría, Año 2013;42(2):212-218
Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo
No hay comentarios:
Publicar un comentario