La cafeína te otorga ese empuje inmediato para soportar el día. Pero esa fuerza extra viene con cambios complejos pero temporarios en el cerebro, encargado del control del sistema de tu cuerpo entero. Tu cerebro incluye tres secciones principales que derivan en múltiples estructuras, incluyendo los hemisferios izquierdo y derecho, los lóbulos dentro de esos hemisferios y las estructuras más profundas dentro de cada lóbulo. La cafeína puede acelerar la manera en la cual estos complejos sistemas trabajan en conjunto para aumentar tu energía durante el ejercicio o para ayudar a la claridad de pensamiento, pero también puede provocar una sensación de irritación y de letargo si la consumieras en exceso.
Acerca de la cafeína
La cafeína es uno de los estimulantes legales psicoactivos más ampliamente utilizados en los Estados Unidos, y se encuentra en más de 60 tipos de plantas, informa la FDA. Es probable que la consumas a partir de fuentes sintéticas añadidas a los alimentos, bebidas e incluso medicinas. Cuando consumes cualquier forma de cafeína, se produce un cambio en la forma en la que los químicos de tu cerebro se comunican con el resto de su cuerpo, lo que se denomina efecto fisiológico. Después de beber varias tazas de café o comer una barra de chocolate rica en cacao, la cafeína se absorbe por el estómago y el intestino delgado. El hígado metaboliza las moléculas presentes en la cafeína y la descompone en los metabolitos paraxantina, teobromina y teofilina. Estos metabolitos provocan los cambios químicos en el cerebro y estimulan tu sistema nervioso. No todo el mundo responde a la cafeína del mismo modo, y probablemente no te provoque ningún daño, pero aún así la mayoría de las personas deben limitar su consumo de cafeína a los 300 mg por día, señala MayoClinic.com. Eso es aproximadamente el equivalente a un par de tazas de café, o varias tazas de té o refrescos.
Bloqueo de la adenosina
La adenosina, una sustancia química producida naturalmente por el cuerpo, restringe la liberación de químicos cerebrales como la dopamina para que puedas conciliar el sueño y no verte estimulado por la adrenalina del estrés o la ansiedad. De acuerdo con un estudio realizado en 2002 en el "American Journal of Physiology" (Periódico Estadounidense de Fisiología) los estimulantes presentes en la cafeína bloquean el efecto de adenosina. Este resultado tiene la ventaja de prevenir la fatiga, lo que te permite estar alerta durante el día luego del consumo de cafeína, pero también tiene un lado negativo, ya que la cafeína puede impedir el alcance de un sueño tranquilo por la noche. El efecto de la cafeína sobre la adenosina altera aún más la forma en que ésta se libera en el cerebro, ya que normalmente aumenta cuando estás despierto y disminuye durante el sueño. Este cambio fisiológico en última instancia puede afectar a otros sistemas químicos que utilicen adenosina, tales como los vasos sanguíneos y los músculos.
Alteración del humor
Quizás puedas notar una mejora en tu estado de ánimo después del café de la mañana, pero la utilización de cafeína en dosis mayores puede inducir a cuadros de ansiedad aguda e irritabilidad. De acuerdo con "Pharmacological Reviews" (Reseñas farmacológicas), la cafeína puede efectos de alteración sobre el estado de ánimo, ya que afecta de forma indirecta los receptores GABA , receptores químicos en el cerebro que se unen con otros neurotransmisores relacionados con las emociones y pensamientos. La cafeína que bloquea los receptores de adenosina produce otro efecto dominó, evitando que los GABA mantengan un aviso estable al cerebro para el mantenimiento de un determinado estado de ánimo, lo que resulta en fluctuaciones constantes. Mientras la cafeína hace sus rondas en tu cerebro, impide la secreción de hormonas que regulan el nivel de energía y motivación por parte de la glándula pituitaria. Si bien sí consigues esa explosión inmediata de energía, con el tiempo el cuerpo se cansa y necesita más cafeína, o incluso deja de ser capaz de mantener el ritmo con los cambios provocados por el exceso de cafeína.
Cambios fisiológicos adicionales
Como estimulante que afecta la química cerebral, la cafeína también aumenta la presión sanguínea de forma temporal y provoca una aceleración del ritmo cardíaco. Estos efectos suelen ser menores si no consumes grandes cantidades, pero de todos modos consulta con tu médico respecto al uso seguro de cafeína para prevenir complicaciones más serias relacionadas con tu salud cardiovascular. Si bien puede prevenirse con el consumo moderado, puedes convertirte en una persona dependiente o adicta a la cafeína, ya que actúa en el cuerpo como una droga. De la misma manera que con muchas sustancias adictivas, la adicción a la cafeína puede conducir a la tolerancia, lo que significa que deberás consumir más para obtener los mismos efectos. El consumo de 500 mg o más de cafeína diarios no es seguro, y puede causar indigestión, pánico, palpitaciones y temblores.
Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo
Fuente: www.ehow.com
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