¿Cómo afecta el sexo al cerebro y resto del cuerpo? Esta es una pregunta que los individuos y los científicos se han hecho.
Los estudios han demostrado que éste puede tener efectos para quemar grasa y reducir el apetito y hasta para ver qué tan bien funciona el corazón. Más aún, una investigación publicada en 2016 en el Journal of Health and Social Behavior encontró que las mujeres que tienen sexo satisfactorio podrían estar mejor protegidas contra el riesgo de padecer de presión arterial alta más adelante en la vida.
Ahora, los investigadores se están enfocando a entender cómo el sexo influye en la actividad cerebral y la liberación de las hormonas en el sistema nervioso central, conduciendo a cambios en el estado de ánimo, el metabolismo y la percepción del dolor.
De acuerdo con los resultados, que fueron publicados durante la primera semana de abril en portal cibernético Medical Today, tanto para los hombres como para las mujeres, se ha demostrado que la estimulación sexual y la satisfacción aumentan la actividad de las redes cerebrales relacionadas con el dolor y los estados emocionales, así como con el sistema de recompensa.
La estimulación
Un estudio realizado en 2005 por investigadores del Centro Médico Universitario de Groningen en los Países Bajos demostró que la estimulación del pene erecto aumentaba el flujo sanguíneo en la ínsula cerebral (quinto lóbulo del cerebro) que se ha relacionado con el procesamiento de las emociones, percepción del gusto y el olfato, el deseo, así como con las sensaciones de dolor y calor.
Un estudio anterior de la misma universidad, que se centró en las regiones del cerebro que se activaron en el momento de la eyaculación, descubrió que había un aumento en el flujo sanguíneo al cerebelo, que también desempeña un papel clave en el procesamiento de las emociones.
El orgasmo femenino
Mientras tanto, un estudio realizado el año pasado por científicos de la Universidad de Rutgers en Newark, Nueva Jersey, sobre qué pasa en el cerebro durante el orgasmo femenino, encontró que se “activaron significativamente” las cortezas prefrontal y orbitofrontal, la ínsula, la circunvolución cingulada y el cerebelo.
Estas regiones del cerebro participan de diversas maneras en el procesamiento de emociones y sensaciones de dolor, así como en la regulación de algunos procesos metabólicos y la toma de decisiones.
Por otro lado, un estudio realizado en 2016 en la Northwestern University sugirió que la estimulación rítmica y placentera asociada con el orgasmo pone al cerebro femenino en un estado de trance. El autor del estudio, el Dr. Adam Safron, comparó el efecto de los orgasmos femeninos en el cerebro con el inducido por el baile o la música.
“La música y la danza pueden ser las únicas cosas que se acercan a la interacción sexual en su poder para arrastrar los ritmos neuronales y producir absorción sensorial y trance”, escribe el neurocientífico en el informe sobre los resultados.
La actividad hormonal
En esencia, de acuerdo con los estudios, las anteriores reacciones que produce el sexo en el cerebro significan que la actividad íntima puede afectar el estado de ánimo, ya sea para bien o para mal.
En sus efectos positivos están la mejoría del estado de ánimo, así como la relajación psicológica y fisiológica.
Estas sensaciones placenteras obedecen al dictamen de la liberación de la hormona oxitocina (o la hormona de la felicidad, que está relacionada con el comportamiento sexual de cada uno) que se produce en la región del hipotálamo, una glándula hormonal ubicada en el centro del cerebro, que controla y regula cada una de las funciones del orgasmo.
Pero mientras que el sexo en general es aclamado como un gran remedio natural para los bajones emocionales, éste también puede hacer que después de practicarlo la persona se sienta mal.
Los investigadores aseguran que la llamada “disforia poscoital” afecta a un pequeño segmento de la población. Las causas de esta condición todavía no se conocen, pero se apunta a que podrían estar ligadas a eventos traumáticos del pasado.
Un mejor dormir
Los estudios han demostrado que las relaciones sexuales también pueden mejorar el dormir. Y esto se debe a que después del orgasmo, el cuerpo también libera niveles más altos de la hormona prolactina, que juega un papel clave en el sueño.
Investigadores de la Universidad Central de Queensland en Australia también plantearon la hipótesis de que la liberación de oxitocina durante el sexo puede actuar como un sedante, lo que lleva a una mejor noche de descanso.
Los estudios también dicen que el sexo puede conducir a un mejor funcionamiento cognitivo en la vejez, protegiendo tanto a los hombres como a las mujeres de la pérdida de la memoria y otras discapacidades cognitivas.
Dr. Arnulfo Mateo (Hijo)
Médico Internista y Psiquiatra
CENTRO MEDICO ANACAONA
Tel. 809-557-4714/ Cel. 809-480-0908.
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