Sin lugar a dudas el paciente de salud mental puede tener comorbilidades de medicina interna, un paciente con trastorno de ansiedad puede ser también hipertenso y los que padecen de enfermedades medicas de tipo crónica como la diabetes por mencionar una, pueden terminar deprimiéndose.
Hemos estado estudiando estos tipos de casos que son bastantes, y que afectan por demás a toda la población, ya que no estamos inmunes de padecerlas.
Los mismos factores que aumentan el riesgo de depresión en personas sanas también aumentan el riesgo en personas con alguna enfermedad. Estos factores de riesgo incluyen antecedentes personales o familiares de depresión, o la pérdida algún familiar por suicidio.
Sin embargo, hay algunos factores de riesgo directamente relacionados con otras enfermedades. Por ejemplo, algunas afecciones como el mal de Parkinson y los derrames cerebrales causan cambios en el cerebro. En algunos casos, estos cambios pueden tener una función directa en la depresión. La ansiedad y el estrés relacionados con la enfermedad pueden desencadenar síntomas de depresión.
La depresión es frecuente en las personas con enfermedades crónicas como:
Cáncer
Enfermedad coronaria
Diabetes
Epilepsia
Esclerosis múltiple
Derrame cerebral
Enfermedad de Alzheimer
VIH o SIDA
Mal de Parkinson
Lupus eritematoso sistémico
Artritis reumatoide
Algunas veces, los síntomas de la depresión pueden presentarse después de un diagnóstico clínico reciente, pero desaparecen en la medida en que la persona se adapta o en que se trata la enfermedad. En otros casos, ciertos medicamentos que se usan para tratar la enfermedad pueden provocar depresión, la cual puede continuar, aunque la salud física mejore.
Las investigaciones indican que las personas con depresión y otras enfermedades tienden a tener síntomas más graves de ambas enfermedades. Tal vez tengan más dificultad para adaptarse a sus enfermedades concurrentes y mayores costos médicos que aquellas sin depresión.
No es claro aún si el tratamiento de la depresión cuando hay otra enfermedad puede mejorar la salud física. Sin embargo, sigue siendo importante buscar tratamiento. Puede marcar una diferencia en la vida diaria si la persona afronta una enfermedad crónica o a largo plazo. Las personas con depresión tienen un mayor riesgo de otros problemas médicos.
No es de sorprenderse que las personas con una enfermedad o afección médica sean más propensas a sufrir de depresión. También es cierto lo contrario: el riesgo de presentar algunas enfermedades físicas es mayor en las personas con depresión.
Por ejemplo, las personas con depresión tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, derrames cerebrales y la enfermedad de Alzheimer. Las investigaciones también indican que las personas con depresión tienen un mayor riesgo de osteoporosis comparadas con otras. Las razones todavía no están claras.
Un factor con algunas de estas enfermedades es que muchas personas con depresión quizás tengan menos acceso a una buena atención médica. Tal vez tengan más dificultad para cuidar de su salud, por ejemplo, al buscar atención médica, tomar medicamentos recetados, alimentarse bien y hacer ejercicio.
Las investigaciones en curso también exploran si los cambios fisiológicos que se observan en la depresión pueden desempeñar una función en el aumento del riesgo de enfermedades físicas. Los científicos han encontrado que las personas con depresión tienen cambios en la manera cómo funcionan varios sistemas del cuerpo, los cuales pueden afectar la salud física:
Signos de mayor inflamación
Cambios a nivel cardiovascular
Anomalías del sistema endocrino
Entre muchos otros
Dr. Arnulfo Mateo Hijo
Medico Internista y Psiquiatra
Centro Medico Anacaona
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