"A veces, no se considera que el embarazo de una mujer con epilepsia sea de riesgo cuando está bien tratada. Sin embargo, demostramos que lo es", sostiene Luz Viale, una joven médica tocoginecóloga rosarina que acaba de publicar los resultados de un análisis de casi tres millones de embarazos en 25 años. "Aunque no es alto, existe riesgo de algunas complicaciones obstétricas más allá de las malformaciones congénitas por el tratamiento que ya se conocían", dice.
La idea surgió durante una beca de formación en medicina basada en la evidencia en la Unidad de Investigación de la Salud Femenina de la Universidad Queen Mary de Londres. Allí, enseguida se convencieron del valor que tendría poder llenar un vacío que aparece cuando una mujer con epilepsia le pregunta al médico qué podría pasar si queda embarazada. La mayoría de los estudios publicados aportan respuestas sólo sobre los efectos de los fármacos anticonvulsivantes durante la gestación y las malformaciones congénitas fetales que podrían aparecer.
"La incertidumbre siempre es peor", agrega Viale, que obtuvo su beca de la organización EMB Connect Collaboration mientras trabajaba en el Centro Rosarino de Estudios Perinatales. "Las mujeres preguntan qué les puede pasar si quedan embarazadas y nuestros resultados les permitirán a los médicos responderles con más seguridad qué riesgos existen y, también, que no son tan grandes", comenta a LA NACION. "Es importante que los profesionales los conozcan para que los puedan detectar precozmente, si aparecen, y adecuar rápido los controles obstétricos", dice.
Las complicaciones
El equipo, que también incluyó a investigadores del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham y el Consorcio de Investigación Biomédica en Red (Ciber) de Madrid, seleccionó los estudios de mejor calidad publicados entre 1990 y 2015 para revisar la probabilidad de que las mujeres con epilepsia tengan ciertas complicaciones obstétricas cuando quedan embarazadas.
En un total de 2.837.325 embarazos de mujeres con y sin epilepsia, el equipo observó que la enfermedad aumenta un 60% el riesgo de aborto espontáneo y un 62% las chances de tener que inducir el parto, respecto de las embarazadas sin epilepsia, según publica el equipo en The Lancet. Crece también entre un 54 y 59% el riesgo de tener una hemorragia pre o posparto, la cesárea, el parto prematuro (antes de la 37a semana) o la hipertensión gestacional. La restricción del crecimiento fetal es otra complicación y su riesgo aumenta un 56%.
En cambio, la epilepsia no pareció influir en el riesgo de que el parto se adelante demasiado (antes de la 34a semana), que la mujer desarrolle diabetes durante la gestación o que el bebe necesite cuidados intensivos. Este trastorno neurológico tampoco influye de manera significativa en la mortalidad fetal o neonatal.
"Medir los riesgos de estas complicaciones es esencial para asesorar y cuidar adecuadamente a las pacientes epilépticas -indicó Viale-. Aunque su aumento para las diferentes complicaciones obstétricas no es alto, es significativo. Entonces, hay que estar atentos para poder detectar precozmente los trastornos hipertensivos del embarazo y los problemas de crecimiento del bebe. La mayoría de las pacientes epilépticas que están bien evaluadas, tratadas y controladas desarrollan un embarazo satisfactorio."
Lo ideal, según agregó, es que la enfermedad esté en remisión antes de la gestación. Uno de los factores de riesgo es haber tenido convulsiones previas al embarazo.
Ramiro Quintana, ex-vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva y asesor científico de Procrearte, opina que este estudio es sobre "una asociación más frecuente" de lo pensado. Tras revisarlo a pedido de "LA NACION", señaló: "Los resultados finales pueden dejar tranquilas a las pacientes con epilepsia sobre varias complicaciones importantes que aumentan durante el embarazo por encima del promedio para la población general. La diferencia es significativa, pero mínima".
Viale, que se está especializando en fertilidad, asegura que faltaba este tipo de información para los médicos y las pacientes. "Es importante que las mujeres sepan que estos riesgos existen y que con un control y un seguimiento obstétrico adecuado, tendrán un buen embarazo", agrega.
Quintana recomienda que las mujeres con epilepsia confíen sus controles prenatales y el parto a profesionales y centros familiarizados con embarazos de alto riesgo. "Es una investigación importante que, hasta ahora, ningún equipo había realizado", sostuvo el especialista.
Transmisión sin Epilepsia
Transmisión Con Epilepsia
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