El circuito de Papez es un conjunto de estructuras nerviosas interrelacionadas entre diversos componentes corticales y subcorticales del sistema límbico, implicadas en el control de las emociones, el aprendizaje y el procesamiento de la memoria, el cual permite que conductas instintivas y emociones primarias como el hambre, el deseo sexual y la temperatura corporal (elementos básicos de supervivencia) interactúen con elementos del mundo externo, desempeñando un rol activo en la vida emocional.
El Dr. James Papez, neurólogo estadounidense, descubrió el circuito que lleva su nombre en 1937, denominándolo entonces “Circuito de Furia”. Actualmente sabemos que en estados emocionales como la agresividad, el miedo o la furia, el núcleo amigdalino es el más importante, siendo el integrador entre la respuesta visceral y cognitiva. A través de los años se le otorgó erróneamente a Papez la autoría en la descripción de este circuito en la literatura neurocientífica, pues lo describiría 3 décadas después que lo hiciera su descubridor original, el Dr. Christfried Jakob, maestro representante de la escuela germano-argentina.
Christfried Jakob nació en Baviera, Alemania y se graduó de médico en la Universidad de Erlangen. Eximio pianista, aficionado a la música de Wagner. El gobierno argentino lo contactó y decidió contratarlo para hacerse cargo del Hospital Neuropsiquiátrico “José T. Borda” de la ciudad de Buenos Aires, una de las principales instituciones dedicadas a la salud mental. Con el objetivo de facilitar su trabajo, contó con alrededor de 300 cerebros por año, situación que le convenció de emprender el viaje a dicho país. Ahí escribió cerca de 20 libros y 180 artículos, siendo su obra más destacada “Folia Neurobiológica Argentina”, donde condensa el trabajo de más de 40 años. Sus trabajos lo llevaron a concluir la existencia de un “Cerebro Visceral” en el año 1908, tal hallazgo fue retomado parcialmente por James Papez años más tarde, publicándolo en 1937 y pasando así a la historia con su nombre.
La descripción inicial de Jakob y sus estudios de la función cerebral elucidaron un amplio circuito tras una larga investigación iniciada en Alemania antes de 1890, mucho mayor que el que imaginó Papez. El circuito comienza en el hipocampo; las fibras eferentes sales por el trígono o fórnix, por su pilar anterior llegar a cuerpos mamilares; se dirigen al núcleo anterior del tálamo a través del haz mamilo talámico, luego por el brazo anterior de la cápsula interna, incorporándose al fascículo del cíngulo para llegar hasta el hipocampo.
El circuito de Jakob-Papez, constituye un constructo complejo cognitivo, afectivo y conductual de relevancia en afecciones neuropsquiatricas como las demencias, agresividad y esquizofrenia entre otros. Diversos psicofármacos tienen como blanco los componentes y circuitos del sistema límbico, así como procedimientos neuroquirurgicos.
Un 20 por ciento de las personas que cuentan con alguna discapacidad en el mundo a causa de enfermedades son de origen psiquiátrico (OMS). El escenario de este tipo de entidades se sitúa en Niños en cuerpos de adultos de Lazcano y Katz, un libro que ilustra la dimensión neuropsquiatrica y psicosocial de individuos con discapacidad intelectual destacando así, al sistema límbico como asiento de las emociones.
Por lo anterior, es de relevancia valorar a Científicos que han realizado descubrimientos para el desarrollo de las Neurociencias, como es el caso del Dr. Jakob.
Gracias a nuestro colega y amigo Víctor Perez quien nos hace la sugerencia de investigar y profundizar sobre el circuito de Papez.
Dr. Arnulfo Mateo (Hijo)
Médico Internista y Psiquiatra
CENTRO MEDICO ANACAONA, SJM
Tel. 809-557-4714/ Cel. 809-480-0908.
Fuente: www.saludiario.com
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