La investigación conjunta de científicos españoles y holandeses no ofrece género de dudas: durante el embarazo, el cerebro de la madre sufre cambios drásticos que pasan por una reducción de la masa gris.
Estas modificaciones cerebrales no solo no se observan en el cerebro de los padres, sino que se mantienen durante dos años después del parto. Se trata de una especie de poda de neuronas en ciertas áreas del cerebro relacionadas con la empatía. Su objetivo: aumentar la capacidad de la madre para ponerse en el lugar del otro.
Efectivamente: se puede decir que las madres se vuelven más inteligentes, pues aumenta su capacidad para entender las necesidades y estados de ánimo de los demás.
La retirada de conexiones neuronales de la zona que los científicos relacionan con la cognición social permite que puedan anticiparse a las intenciones de los otros más fácilmente o incluso 'leer' la mente del otro. Es un "subidón" de su sensibilidad empática importante.
La reducción de materia gris no correlaciona con ninguna pérdida de capacidad cognitiva de las madres, que en las investigaciones obtuvieron los mismos resultados en los test que las mujeres no embarazadas o los padres.
Así, lo que logra esta poda es optimizar las conexiones neuronales, que se activan cuando una madre ve imágenes de su hijo, pero no cuando contempla fotografías de otros niños.
Se trata, concluyen los investigadores, de una adaptación que ayuda a las madres a gestionar los retos de la maternidad. Para que sus hijos tengan todas las que ganar.
Dr. Arnulfo Mateo (Hijo)
Médico Internista y Psiquiatra
Centro Medico Anacaona
809-480-0908
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